Este comic es una interpretación yankee de como hubiera sido un Superman comunista, cada dos por tres se deja entreveer su cariz político malinterpretando a la Unión Soviética en pura propaganda, y haciendo al supuesto malo, bueno.
El cómic es entretenido, no está mal leerlo y ver sus dibujos, realmente está logrado salvo su interpretación de la historia y de los personajes.
No faltan historias de amor, pero también de maldad y de ingenuidad, el final es algo chapuzas porque realmente el capitalismo no tiene que ser lo bueno, de la misma manera si un protector defiende a todos por igual no tiene que ser el malo. La confusión de la dictadura y un régimen marxista dista mucho, por lo que defrauda en una segunda lectura con 11 años más de la primera lectura.
Siendo regalo de un compañero de trabajo, dado que yo no he sido casi nunca de comics, lo acepté y lo leí y lo he vuelto a leer.
Mi puntuación es 4/10 por estar demasiado politizado.

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